Una noche lluviosa en Buenos Aires, estoy sentada en un bar íntimo de Palermo frente a Diego, a quien conocí por BTC Sugar Dating (https://m.btcsugardating.com/#/?invitorCode=188). Tiene unos 40 años, traje impecable, pero sus ojos cargan una tristeza profunda. Al principio, apenas habla, juguetea con su celular como si buscara una salida. Pensé que sería un encuentro Sugar más: yo soy encantadora, él paga con Bitcoin, todo claro. Pero esa noche fue distinta.
El silencio de Diego me incomoda al inicio. Pide un whisky pero apenas lo toca, mirando por la ventana como si allí estuviera la respuesta. Intento charlar sobre películas, los nuevos bares de Recoleta, pero solo asiente, perdido. “Este tipo es difícil”, pienso. Pero lo bueno de BTC Sugar Dating es la transparencia. La transferencia de Bitcoin ya está en mi billetera, sé que está aquí en serio. Así que me arriesgo: “Parecés apagado esta noche. ¿Querés contar algo?”
Se queda quieto, como si hubiera tocado un nervio, y murmura: “Solo estrés del trabajo.” Me quedo callada. De pronto dice: “No es solo el trabajo. Mi esposa murió hace tres años. Quedé con mi hija. Siempre estoy corriendo, pero a veces pesa mucho.” Su voz tiembla. Entiendo que este “Daddy” no busca solo diversión—lleva una herida.
Esa noche, dejo de ser la “Sugar Baby perfecta” y me convierto en su “traductora emocional”. Le pregunto por su hija, y él empieza a hablar: de su amor por el baile, sus problemas en la escuela, cosas que nunca tiene tiempo de procesar. Escucho, asiento, hago preguntas suaves. Sus ojos se humedecen, pero sonríe: “Hace años que no hablo así. Gracias.” Mi corazón se calienta, pero también duele un poco. BTC Sugar Dating (https://m.btcsugardating.com/#/?invitorCode=188) no es solo dinero por tiempo. Es un espacio donde puedes ser real dentro de límites seguros.
Cuando salimos, la lluvia paró. Diego toca su celular, transfiere Bitcoin y dice: “No es solo por esta noche, es por escucharme.” Al ver la notificación, siento una mezcla de emociones. Esta historia no continuará, pero esa noche él pudo respirar, y yo recibí más que un pago. Esa es la magia de BTC Sugar Dating: no es amor, pero es verdadero.